Asociación Argentina de Investigaciones Psicobiológicas
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Mensaje del Director de la Asoc. Arg. de Inv. Psicobiológicas en la presentación del Programa de lucha contra el SIDA en el Centro Cultural “Leon F. Rigolleau” de la Municipalidad de Berazategui.

" Quiero agradecer vuestra presencia e interés al estar ésta tarde con nosotros en la presentación de nuestro programa de lucha contra el SIDA, agradecer la participación de Uds., así como la participación de representantes de distintos organismos de gobierno y ONG, en nombre de los integrantes de la AAIP y del mío propio agradecer especialmente la colaboración del Dr. Juan José Mussi, Ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, el apoyo del Dr. Carlos Alberto Infanzón, Intendente de la Ciudad de Berazategui y demás autoridades Provinciales y Municipales.

Deseo manifestar así mismo nuestro agradecimiento al estímulo que significa para nuestra labor, contar con la colaboración del Sr. Embajador de la República Democrática del Congo y su esperanzado mensaje a través de su agregado diplomático Dr. Francois, Siongo L. y el de la Lic. María Concepción Ruiz Díaz Ministro de Educación del Gobierno de San Pedro, Paraguay, quien nos permite confirmar lo acertado de nuestro rumbo al traer los resultados obtenidos de campañas similares.

Quiero expresar además nuestro profundo agradecimiento al Sr. Ricardo Velázquez, representante de la Federación Internacional de Sociedades de Cruz Roja y Medialuna Roja, quien al igual que los antes mencionados, nos acompaña y colabora estrechamente con nuestras acciones contra la pandemia.

Finalizando nuestro agradecimiento con el que tenemos para con la Sra. Sofía Puricelli y el Dr. Jorge Agoff, quienes en silencio colaboran con nuestra tarea, quiero referirme en esta ocasión a un aspecto particular en nuestro programa de lucha contra un mal que desde hace algunos años nos alcanzo a todos.

Confiando en vuestra disposición, quiero referirme al sida como un mal padecido por la sociedad, y que debemos superar en el camino hacia nuestra siguiente realización, El mal al que me referiré y cuyas iniciales componen la palabra SIDA, es el síndrome de inmunodeficiencia afectiva, este es una resistencia de viejos modelos, al cambio mas importante de los milenios que nos precedieron, y no la enfermedad viral padecida por millones de personas.

Quisiera esbozar una visión de los tiempos que vendrán , y cuyas señales ya se pueden ver. El siguiente ciclo de realización humana, este nuevo milenio, está signado por redes. Y este síndrome (de inmuno deficiencia afectiva) es un obstáculo a superar, para establecer lazos de cooperación solidarios.

Creo conveniente definir que entendemos por próxima realización, la humanidad esta guiada por dos aspiraciones: una vuelta al pasado, y otra hacia el futuro, la aspiración hacia el pasado, puede resumirse en el sentimiento de que en un tiempo el hombre vivió una edad de oro, tal vez surgido del sentimiento individual de que todo tiempo pasado (el de nuestra propia juventud) fue mejor.
Y la aspiración hacia el futuro, es la del hombre esforzado por mejorar las condiciones de su vida presente, a lo cual dirige todo su esfuerzo.

Los adultos solemos ver con frustración ese futuro, anticipando la continuidad de estructuras o situaciones.
Aquí la importancia del criterio desarrollado por las naciones unidas para su programa mundial de lucha contra el SIDA, centrado en estimular la participación juvenil como fuerza de cambio.

Ciertos acontecimientos importantes, sirven para señalar el paso de una a otra etapa de la humanidad, el comienzo de la cristiandad, marca el inicio de una nueva era, a su vez dividida en períodos históricos claramente establecidos, tal el caso de la caída del imperio romano de occidente que marca el fin de la llamada antigüedad y el paso a la llamada edad media, luego la modernidad y el paso a la posmodernidad, para concluir con una gran era, y el paso al mundo nuevo o nueva era.

Según algunos las últimas grandes guerras, marcaron el fin de la era, según otros la fisión del átomo o la conquista de la luna, otros ven en la aceptación universal de los derechos del hombre la señal que marcara el pasaje.

Coincidimos en éste punto, la aceptación universal de los derechos del hombre, marca el fin de la posmodernidad, más como fenómeno de la nueva era, que como causalidad, y encuentro la causa, en el cambio en la estructura de pensamiento del hombre, y la instalación consecuente de grandes redes de comunicación solidarias.

Creo que la consolidación de estas redes, el fortalecimiento del tejido social, constituye el final de un gran ciclo y el paso a una nueva concepción de la humanidad. En esta concepción, el avance hacia un escalón mas elevado en la realización humana, ya no puede concebirse en forma individual, sino como un estado en el que los hombres se realizarán no como individuos aislados sino como sociedad.

Ya no se puede pensar una realización individual, sino una realización colectiva, global. Esta realización global puede verse tanto en las redes solidarias, de comunicación e informáticas que nos permiten disponer del conocimiento en forma simultánea en cualquier parte del globo.

No me detendré en la etiología o fenomenología clínica de la enfermedad, sino que iré directamente a las cuestiones relacionadas con la obstrucción del proceso de globalizacion del cual obviamente, el síndrome no es causa, sino instrumento, como no son causa los virus de computadoras, sino instrumentos en manos de quienes pretenden realizarse individualmente.

Considero que hoy, si es que queremos dar una vuelta mas en la evolución, todo acto de conocimiento producido en el planeta, por cualquier individuo o corporación, debe ser puesto inmediatamente a disposición de todos los habitantes del globo, por supuesto bonificando en forma razonable a quien o quienes lo hubieran producido, compensando el costo del desarrollo de la teoría o producto descubierto.
Imaginemos que A. Fleming, hubiera tratando de conservar en secreto el descubrimiento de la penicilina, para curarse solamente a si mismo o tener para si el monopolio mundial de la misma, creo que a ésta altura de la evolución es necesario que un nuevo conocimiento logrado, debe considerarse rápidamente de dominio público desterrando definitivamente paradigma del conocimiento como elemento de poder.

Este saber, es lo que se deberá donar a la sociedad, entrelazada solidariamente para que todos podamos realizarnos, cambiar el paradigma del saber oculto, para pasar al saber popular, lógicamente, previo a este paso todos deberemos alcanzar y especialmente los que poseen el conocimiento, la dignidad humana, esto se logra potenciando el sentido común en la acepción de sentir lo común como propio.

Aquí tal vez el Sida, la enfermedad producida por el virus, permita ver las características de la sociedad actual, funcionando como revelador de las actitudes que caracterizan nuestra sociedad contemporánea.

Como ejemplo sirve recordar las primeras campañas, en ellas se culpaba al paciente de su propia muerte, al atribuir las causas de la infección, a costumbres dudosas. De este modo, la sociedad no es culpable, se desensibiliza, y esta situación nos aleja de "sufrir" lo ajeno como propio, esta situación se reflejaba en expresiones tales como que el Sida "no es un problema de todos, sino un problema individual"

Me quedó grabado el último reportaje hecho al compositor brasileño Cazuza, cuando en su lecho de hospital, (padeciendo SIDA) y a pocos días de su esperada muerte, una periodista le pregunta: Usted se inyecta regularmente? A lo que el músico responde que si, seguidamente esta repregunta: no tiene miedo de que eso le haga daño, Cazuza la mira sin comprender, y por respuesta le brinda una sonrisa. Creo que esa señora no puede comprender que la muerte de Cazuza, de cualquier ser humano, nos hace daño a todos, nos priva a todos de su producción y pertenencia a la red, tanto la heroína que consumía, como la enfermedad que padecía nos daña a todos.

Quizá alguno recuerde la pregunta “por quien doblan las campanas? (cuando las oía al anunciar la muerte de alguien en el pueblo, y recuerden la respuesta: no preguntes, doblan por ti”.

Esto es sentir lo común como propio, el sentido común, poder sentir el dolor de un otro ajeno cual si fuera nuestro propio familiar.

Otra de las formas como la aparición de éste virus, puso de manifiesto actitudes que retrasan la consolidación de los lazos sociales, fue en la difusión de las llamadas " Teorías de estilos de vida" donde la causa y consecuencia de la enfermedad, siempre esta en otros, en sus "promiscuas y pervertidas" costumbres, cosa que nos libera, y a la vez nos permite separar, seguir diferenciando los unos de los otros, discriminar, como lo hacían algunas campañas al combatir el uso de preservativos planteando que causan la promiscuidad entre los jóvenes, o alegando contra la homosexualidad, tomándose al sida como castigo a los perversos, generando pensamientos y expresiones como las de que el sida es un castigo para los homosexuales, o manifestándose en estadística que muestra, que el 25 % de los jóvenes que practican alguna religión asegura que esta a salvo de contagiarse el virus del sida.

El manejo de la información sobre el virus, el no informar que existe sexo seguro con barreras mecánicas, cual si habláramos de una sífilis, e informar que el sida es castigo para promiscuos y perversos; solo consigue que el individuo se retraiga, se aísle o peor aun, establecer el riesgo de que se produzca una mayor expansión de la pandemia.

Quiero señalar un comportamiento humano que nos lleva a pensar, que nuestro actual modo de ver la realidad, en particular con respecto a la enfermedad en cuestión, no es condición humana, que nuestro sentido individualista no es inherente al hombre. Me referiré al comportamiento de los habitantes de Buenos Aires durante la epidemia de fiebre amarilla que diezmo nuestra población en los alrededores del año 1871.

Esta epidemia aterró a la población, ocasionando que en la zona de San Pedro Telmo quedaran solo las familias de menos recursos, siendo ésta zona abandonada por las familias mejor acomodadas de la ciudad, quienes, trasladando su residencia al norte de la ciudad, no sintieron que la fiebre los discriminaba, atacando solo a los descastados, y pusieron su saber, poder y bienes al servicio de la lucha contra el mal; prueba esto, los nombres de médicos y políticos como el Dr. Juan Fernández, fundador de la Academia de Medicina, Manuel Argerich, y Carlos Keil, que lejos de mirar el problema desde sus escritorios, pusieron su mente y cuerpo en la tarea, pereciendo a causa del mal, o filántropos como Billinghurst, Ovidio Lagos o Enrique Quintana, que sin perderla pusieron y expusieron sus vidas en la lucha.

De este episodio del país, el tejido social salió fortalecido, y me permito alejarme de la estricta interpretación académica de la historia para inferir, que de la actitud del poder frente a la fiebre amarilla, del ejemplo de su abnegación, surgió la brillante generación del 90.

Traigo este ejemplo ya que para mi, no hay diferencias entre ambas, una mata hoy, otra mato ayer, pero en el setenta nadie abandonaba un paciente, sino que lo servia con devoción, mientras que en los comienzos de la epidemia de SIDA, no solo una gran parte de los agentes de salud rehusaban atenderlos, pese a las normas de bioseguridad con las que contaban y que garantizan un manejo seguro de los pacientes, sino que los marginaban como culpables y condenados, y creemos, que el sida es una oportunidad que se nos brinda para dejar de discriminar.

Habiendo establecido que el SIDA funciona como revelador de una conducta individualista, quiero que piensen la posibilidad de que éste pueda ser el agente precipitador del pasaje de la humanidad a otra forma de relación social. Voy a emplear un titulo de nuestra presentación y es el de Emergencia Planetaria, creo que sí estamos en emergencia planetaria, la muerte de un sistema individualista de realización individual para pasar a la integración y realización grupal ya que es el único modo de combatir el virus.

Se hace necesario consolidar un nuevo paradigma en salud para derrotar la pandemia, y es cambiar individualismo por solidaridad.
En este concepto, debe darse un ecumenismo científico, que no debe basarse en el consenso, sino en la comunión de objetivos, luego el consenso aparecerá solo. Las distintas disciplinas deben adquirir criterios, comunes globales, actuar en forma conexa; poseer un saber sin compartirlo, es no compartir el poder y aquí el beneficio es de algunos y el padecimiento de todos.

En los comienzos, cuando aparece el virus, Montagnier y Gallo se confrontaron legalmente, para determinar quien había sido el descubridor del virus. Diez años de luchas judiciales atrasaron sus propias investigaciones.

Estas actitudes son las que se deberán dejar en el pasaje; en mis primeras entrevistas con las autoridades de ésta ciudad, para presentar nuestro programa, la Dra. Aurora Pérez, secretaria de Salud, me recordaba la actitud de Chagas, es cierto, para combatir el sida solo sirven actitudes como las del brasileño C. Chagas y nuestro Mazza, en su lucha contra un mal de características similares al VIH, aunque regionalizado, ya que marca las miserias que la sociedad no quiere asumir.

En su lucha ambos intercambiaban logros y consuelos mutuos, ya que sufrían los permanentes ataques del poder, que no quería escuchar la forma de erradicar un mal que a "Ellos" no los afectaba.

La aparición del virus, genero este cambio en los sectores de salud, el viejo modelo individualista dio paso a el manejo interdisciplinario de los pacientes, a la labor intensa de equipos múltiples, aquí los avances en cuanto al trabajo solidario interconectado, son muy alentadores, a la vez que permitió el desarrollo de nuevas especialidades como la psiconeuroinmunologia. En muchos países se ha logrado descender cifras como las de transmisión vertical, esto es de madre infectada a hijo, tal el caso del nuestro, donde del 66% decreció al 9 % con el tratamiento adecuado durante toda la gestación, y elevar el índice y nivel de sobrevida de los pacientes con SIDA, hasta llegarse en algunos casos a cronificar la enfermedad.

Las tareas interconectadas de los sectores de la educación, también nos sitúa en una muy buena expectativa en cuanto a logros en relación a la prevención de la enfermedad, el trabajo desarrollado por docentes, sanitaristas, padres y alumnos, esta generando conductas responsables en cuanto a sexualidad, es decir responsabilidad frente al otro.

Finalmente en la lucha común frente a la pandemia, estamos solucionando los elementos básicos que hacen que nos constituyamos en una sociedad mas justa y solidaria.

Existe una relación insoslayable entre promover y proteger los derechos humanos y promover y proteger la salud, este constituye el evento mas significativo en la historia de la sociedad, por eso relacionamos al VIH/SIDA con una visión nueva y amplia de la sociedad, la aparición del virus ha movilizado a nuestros funcionarios, quienes rápidamente accionaron para controlar la epidemia, generando mejoras en la atención de pacientes con SIDA, y campañas masivas de prevención, esta acción de promover la salud como un valor central de la sociedad, implica promover el derecho de todos.

Si todos los seres humanos nacemos libres e iguales en dignidad y derechos es obvio que una ética en el cuidado de la salud debe basarse en la solidaridad y el respeto mutuo, esto se está logrando, el trabajo de quienes hoy velan por nuestra salud, física y social avanza y ya las campañas insisten en no discriminar, igualdad de derechos.

Aquí se ve, que como parte de la lucha, contra el SIDA las ideas de los derechos del VIH+ deberán aceptarse globalmente una vez aceptado esto en todo el planeta la aceptación global de los derechos del hombre será una realidad y ahí lo expuesto en el comienzo de ésta charla, como una manifestación del nuevo ciclo de la civilización. Donde todos podamos disfrutar el pertenecer a una sociedad justa y solidaria.

Mencioné así mismo al comienzo de ésta presentación, como si queremos sostener y profundizar éste cambio, debemos hacerlo con los jóvenes, los programas encarados por distintos países, que mejores resultados han obtenido nos dan cuenta de esto.

En el cuarto congreso internacional sobre la Juventud, los niños y el SIDA realizado en Manila en 1997, un joven delegado manifestó: “Hay que empezar la educación desde el principio, desde la infancia y la juventud, de modo que los jóvenes crezcan fructíferamente y estén protegidos contra el SIDA. De lo contrario, el árbol morirá”

En el convencimiento que la lucha hoy debe ser global, luego escucharemos al Sr. Ricardo Velázquez comentarios referidos a programas desarrollados en distintos países por Cruz Roja y otros organismos no gubernamentales en estrecho trabajo con las autoridades locales, para escuchar seguidamente al Sr. Julían Varela quien disertara sobre la importancia de la comunicación en red y el modo de trabajo integrado entre ONG’s y gobierno.

Por mi parte, quiero poner nuestros recursos a disposición de los jóvenes que deseen formarse como formadores y difusores entre sus pares, de actitudes responsables frente a la sexualidad y al modo de relacionarse con el mundo, quiero convocarlos a capacitarse como consejeros juveniles, ser enlace entre sus compañeros y las autoridades sanitarias y educativas, organizando desde ustedes y para ustedes campañas insertadas en esta lucha.

Así mismo aprovechando la presencia de autoridades de gobierno, quiero reiterarle nuestra intención de poner a vuestra disposición ésta fuerza de cambio, para alcanzar una sociedad mas justa y solidaria.

Una vez mas, gracias por su presencia y atención a mis palabras y cedo el uso de la misma al Dr. Hector Luis Squiquera, quién comenzará ésta conferencia disertando sobre los aspectos médicos del VIH."

Berazategui, Octubre 25 de 1998

Oscar Rodolfo Gómez
Director

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Last Updated:1/10/98
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